Cada día es más difícil para el conductor organizacional lograr sus objetivos y crear futuro. Nada extraño, pues el mundo en que vivimos cambió de maneras que aún no comprendemos, pero se sigue usando las mismas prácticas conocidas que ya sabemos no funcionan. Ahora eres tú el que tienes que cambiar adoptando nuevas perspectivas acordes con este nuevo mundo que te permitan renovar tus formas de pensar y hacer.
Soy de los que creen que la socioeconomía digital en la cual ya vivimos demanda a los conductores organizacionales (empresario, emprendedor, ejecutivo, gerente) transformar sus organizaciones a partir de una propuesta de valor renovada, lo cual sólo es posible con líderes que previamente se hayan renovado a sí mismos.
Con esto en mente, es que presento esta forma de percibir la dinámica del hacer organizacional de una manera diferente a la estática habitual. Mi expectativa con esto es generar en los líderes organizacionales nuevas perspectivas desde donde puedan tomar mejores decisiones para realmente transformar sus organizaciones y evitar al máximo el desperdicio en lo que decidan hacer.
Como se puede apreciar en la imagen, el éxito organizacional, depende de la dinámica de un triángulo en donde la PROPUESTA DE VALOR debe estar debidamente alineada con la CULTURA y ARQUITECTURA ORGANIZACIONAL. Estos 3 factores actúan como motores para la acción.
La dinámica a la que me refiero es producto de la acción combinada de la funcionalidad que cada factor entrega y la relación que ocurre entre ellos. Es al acoplarse debidamente los 3 motores, que se produce la sinergia que hace surgir el fluir virtuoso del negocio. Para manejarlos adecuadamente, el líder requiere tener una habilidad similar a la que demuestra un malabarista al mantener, en todo momento, tres pelotas en el aire.
De no lograrse este operar sistémico, sobreviene el caos que podemos observar en muchas organizaciones, que se caracteriza por cosas tales como: baja productividad, desperdicio de tiempo y dinero, alta vulnerabilidad, roces entre los involucrados, guerras de poder, metas no cumplidas.
Propuesta de Valor
La Propuesta de Valor, es el resultado de la dinámica de otro triángulo donde la calidad del valor a proponer va a depender de comprender la dinámica humana en la que se participa, para así poder percibir las NECESIDADES clave de los CLIENTES y alinearlas con las SOLUCIONES que la organización les provea con sus productos y/o servicios. No importa cuán exitosa haya sido la organización… si no renueva oportunamente su propuesta de valor para transformarse… “entrará en barrena”. Por esta razón, hay que seguir el ejemplo de los grandes que ya la renovaron, tales como: Sony, Apple, Disney, IBM.
Muchos son capaces de hacer listas de clientes, necesidades y soluciones, siguiendo incluso las recomendaciones de herramientas modernas de planificación estratégica reconocidas (ej.: canvas, design thinking). Sin embargo, el no considerar la dinámica humana en que participa el negocio y la dinámica que genera la relación entre los 3 factores del triángulo, trae como consecuencia que no logren hacer que “encajen/calcen” entre ellos, de una manera tal, que haya sinergia y puedan producir una propuesta de valor suficientemente innovadora, atractiva y de alto impacto como para atraer y mantener al cliente conectado efectivamente a los canales comerciales de la organización.
Cultura organizacional
La transformación organizacional sólo es posible cuando se transforma el hacer de las Personas, cualquier acción sobre la estructura de ellas, son cambios. Introducir cambios sin la debida transformación humana conduce el desperdicio. La Cultura Organizacional es la forma particular, en que el colectivo humano de una organización, en su historia, ha aprendido a comportarse y relacionarse en su quehacer organizacional interno y con el medio con el cual se relaciona. Se manifiesta a través de patrones de comportamiento, estilos o hábitos, que de manera consistente podemos observar en quienes la integran y conducen.
En ella podemos distinguir elementos tales como los principios y valores que sigue, así como la aplicación de creencias, prácticas, habilidades, hábitos, estilos, símbolos, costumbres, paradigmas, formas de socializar, de crear significado, de asignar recursos, de rendir cuenta, contratar o despedir, recompensar, promover… que la misma comunidad ha aprendido o inventado durante su estar en la organización.
Toda organización genera una cultura y ésta se ve influenciada por el hacer dinámico de quienes participan en ella, según el nivel de autoridad que tienen, aplicando las creencias adquiridas en la diversidad cultural en la cual hayan vivido. Ella se nos manifiesta a través de las conversaciones para la acción que se dan en su interior y en su relación con el medio donde habitan. Es en ese conversar que la organización genera un estilo propio que define su Identidad específica, con determinados rasgos que la caracterizan, los cuales hay que asegurarse de que sean congruentes y puedan cumplir e impulsar la propuesta de valor definida.
Arquitectura organizacional
La arquitectura organizacional es el arte-técnica que permite diseñar y habilitar:
• Una infraestructura armónica de activos que provean las funcionalidades que la propuesta de valor requiere para operar: locales comerciales, almacenes, flota de vehículos, fábrica, infraestructura tecnológica, patentes, etc.
• Un sistema de control interno, que permite a los conductores organizacionales realizar la gobernanza y gestión necesaria para el logro de los objetivos establecidos.
Algo importante en esta arquitectura, es que pueda generar en las personas la mejor disposición, orden y productividad en la realización de las tareas a su cargo.
Este sistema de control interno incluye:
• Reglas del negocio, las cuales por lo general se manifiestan a través de publicaciones que comunican cosas tales como: la misión y visión, principios y valores, políticas y normas, estructura organizacional.
• Procesos del negocio, que son flujos de interacciones humanas recurrentes que generan compromisos entre los involucrados, los cuales son diseñados con un propósito determinado para ejecutar su negocio habitual. Toda organización tiene al menos un proceso de negocio, que puede ser complementado por otros procesos que le sirven de apoyo, formando entre ellos una cadena integrada de valor que trasciende unidades funcionales y que progresivamente van generando y entregando los productos/servicios prometidos al cliente final.
• Proyectos, que son organizaciones temporales que se crean con el propósito de entregar uno o más productos para el negocio, en concordancia con un caso de negocio aprobado. La organización usa los proyectos para crear el futuro que quiere. Cada proyecto tiene un inicio, con entregables bien definidos, que al cierre deben ser debidamente pasados a los responsables del negocio habitual.
El Sistema de Control Interno actual se construye siguiendo las mejores prácticas de reconocimiento internacional disponibles, está basado en tecnología y debe ser ejecutado por personas emocional y técnicamente preparadas.
Para una mejor comprensión de lo expresado anteriormente, veamos como ejemplo, el caso de una panadería, ¿Cuál es la dinámica humana que hace que la gente compre pan?
Todo ser humano necesita alimentarse. Por lo general, a partir de la niñez, las comidas se organizan tres veces al día y, en cada una de ellas, la costumbre es consumir pan, sea como parte del menú (ej.: hamburguesa) o como acompañante. Algunas personas añaden comidas adicionales en el día hechas con pan (ej.: emparedados). Por otro lado, hay diferentes gustos y preferencias acerca del pan a consumir (tipo, frescura); y, luego de ser producido, de algún modo, el pan debe llegar a la mesa de quien en definitiva lo va a consumir.
Toda esta dinámica puede ser modelada y, luego de observarla en detalle, verá que le es posible identificar disfuncionalidades, tales como necesidades no atendidas, posibles de ser explotadas con fines de atracción y/o diferenciación. Por ejemplo, la observación puede revelar que a la mayoría de la gente le gusta consumir el pan cuando aún está caliente.
¿Qué tal si la propuesta de valor de esta panadería sea “ponemos pan caliente en su mesa… a toda hora”?
Con esto en mente, los conductores de la panadería podrán decidir si esto es algo que quieren, y de ser así, definir un plan estratégico con lo que necesitan hacer para cumplir con su propuesta de valor, para cuándo pueden hacerlo y con qué inversión.
Los rasgos culturales de quienes trabajan en la panadería (gerente, panaderos, vendedores) deben estar orientados a estar entregando eficientemente, en todo momento, pan caliente a sus clientes lo más cerca del lugar de su consumo.
Esto sólo será posible si las personas que ahí laboran: encuentran sentido en el valor que entrega su trabajo; desarrollan una disposición de querer estar ahí y hacer lo que tienen que hacer; aprenden lo que tengan que aprender; disfrutan de la experiencia; y, que haya acciones que refuercen este hacer de manera continua.
Respecto a la arquitectura organizacional, en este caso, un componente clave de la infraestructura son los hornos y otros dispositivos que permitan la fabricación eficiente de la variedad de panes a ofrecer y extender al máximo el tiempo que cada pan esté caliente.
En lo relativo al control interno, se puede iniciar con un proceso para manejar una tienda, el cual debiera tener alineadas las funciones de fabricación y atención al cliente considerando temas claves, tales como: rapidez de atención y despacho, renovación oportuna del pan a la venta según su temperatura, optimización del inventario, etc. Este proceso de negocio necesitaría procesos o servicios externos de apoyo, que ejecutaran armónicamente funciones tales como las de comercialización, gestión del personal, administración, legal. Con el tiempo, se puede pensar en añadir: más tiendas, entrega a domicilio, venta por internet.
Si tienes dudas o quieres profundizar más en esto… no dudes en contactarme.